El fin de la revolución industrial
El ser humano es un ser deseante, lo que le lleva a hallarse en una transformación continua. ¿Como pensamos?, está sobredeterminado por el conjunto de líneas pensamiento que se hallan en nuestra sociedad, y que cosen e interconectan nuestras mentes.
Necesitamos volver 250 años atrás para encontrar un ser humano sometido a una transformación de la magnitud a la que se somete nuestra generación. Una forma de pensar, la de la revolución industrial a la que se sometió el ser humano, que nos llevó a crear, las urbes y las fábricas, los estados y las naciones, la globalización y el librecomercio, el FMI, la CEE, OTAN, OMS, ONU, los Bancos Centrales, el Banco Mundial, … en la que todos ellos trabajaban para el modelo de la Revolución industrial.
Una transformación de nuevo de la sociedad que ya no es industrial ni viene desde las fábricas, y que es, la Revolución de la Humanidad y vendrá desde las personas.
Las empresas globales en los próximos años seguirán perdiendo en torno al 50% de su cuota de mercado actual en todas las esferas. Menos empresas globales pero mucho más grandes por fusión-absorción-desaparición. Despedirán a muchos trabajadores y el resultado es la aparición de las empresas estado, que amenazan al estado nación tradicional nacidos en la revolución industrial. Las naciones van a perder peso frente a los organismos supranacionales, para poder establecer controles, limites e impuestos a esas empresas estado de las que necesitarán protegerse los estados nación tradicionales.
La confrontación ideológica, hija de la revolución industrial, sobredeterminada por la línea de pensamiento dominante de lo económico, fué el capitalismo vs comunismo, ahora va de consumismo vs sostenibilidad porque ya no sobredetermina nuestras decisiones lo económico. Tras la caída de la URSS, se alzó un capitalismo voraz, que ha acabado con China fusionando los modelos capitalista y comunista, en uno más eficiente que el de Occidente. Nadie en el mundo es capaz de fabricar más barato, ni mejor que China. Así, se ha cerrado el ciclo del capitalismo.
Occidente se halla ante el abismo de volver a liderar por necesidad a su sociedad a explorar un nuevo camino para crear un nuevo modelo socio político que contraponer al de China.
El modelo deberá generar riqueza alejada de las fábricas y el producto físico. Desde el 2008 viene sucediendo algo que en 25 años se vá hacer indiscutible, y es un ser humano camino de comprar un 60% menos de productos físicos.
La globalización nos llevó por interés al consumismo de los productos físicos, que ahora solo agranda la fortaleza del modelo Chino y debilita al de Occidente. El interés de Occidente ahora versará en crear un modelo capaz de crear riqueza a través de monetizar intangibles, el valor y el bienestar de las personas. La clave estará en las personas y su creatividad, mientras que la tecnología servirá principalmente para sustituir los procesos de gestión y el abaratamiento de las estructuras de costes de las empresas que aspiren a ser empresas estados.
El estado del bienestar reside hace mucho en la Pyme, los autónomos o freelance. Los conceptos deberán redefinirse alejados de las fábricas y la empresa y hacerse desde las personas. El trabajo pasará de ser algo que crean los empresarios para desarrollar bienes de producción, a algo que crearán las personas para ser felices. El cambio del modelo educativo en occidente también va a estar alejado del que hablan los politicos de hoy, que aún siguen pensando como en la revolución industrial. Los grandes planes giganticos económicos de la Reserva Federal y la UE, ya no va a funcionar como se esperaba, porque las empresas globales han perdido su capacidad de despertar el deseo de las personas, por lo que mucho de ese dinero inyectado no se va a poder recuperar, acelerando el proceso de transformación del capitalismo, y la emergencia de la evidencia de la importancia de las pymes y personas en el nuevo modelo que hemos de crear.
La pérdida de valor del modelo de occidente versado en el consumismo de productos físicos; la pérdida de valor empresas de las globales a favor de las pymes y freelance; la atomización de la riqueza; y el cambio de la redefinición de casi todos los conceptos de la revolución industrial (desde la fabrica y el producto físico) para pasar a redefinirlos desde la humanidad (desde las personas y las intangibles). Nos hallamos desde hace 13 años en un ser humano que ha dejado de buscar la felicidad en el tener, para buscarla en el ser. Pero hasta que el ser humano, no sea capaz de verbalizar, que se ha acabado la revolución industrial, no podremos comenzar a redefinir los conceptos y desarrollar ese nuevo modelo en Occidente.