Analizando las emociones para atraer al consumidor final
¿OFRECE ALGÚN VALOR LA IMPRESIÓN?
Es curioso como los sentidos y las emociones están tan ligados. Sí, lo sabemos, es algo que se da por hecho. Pero prácticamente nunca se analizan con el fín de conseguirel éxito comercial. ¿Si analizásemos los sentidos seríamos capaces de conseguir una opción válida y fundamentada para captar consumidores? Descubrámoslo.
Al comenzar a indagar sobre la relación entre inteligencia y emociones, el primer concepto que aparece es la inteligencia emocional, pero pese a que trata el tema de las emociones desde una perspectiva interesante para fines laborales, deja bastante de lado la correspondencia de los sentidos en la ecuación: conocimiento emocional +gestión de sentimientos = toma de decisiones.
Lo que termina desembocando en un intento fallido por parte de los anunciantes para generar emociones en los consumidores ya que olvidan sus principales accionadores.
¿Qué ocurre si tenemos en cuenta los sentidos para plantear las acciones de marketing y sus canales? Al igual que los diferentes nichos de mercado presentan claves sobre cómo dirigirse a ellos, los sentidos ofrecen características comunes a todos los consumidores. De este modo, analizándolos uno a uno tendremos las mejores claves para una comunicación efectiva.
El gusto y el oído son muy poderosos, pero han de tratarse con sumo cuidado, por que su vinculación con una marca es difícil de borrar. El ejercicio relativo a estos sentidos se debe trabajar de forma específica acorde con el objetivo y sobre todo con la compañía anunciante. Pero en esta ocasión queremos ofrecer una visión más general. El tacto, ese gran olvidado. El sentido que recorre cada centímetro de nuestro cuerpo. Y que desde el momento que nacemos nos vincula con nuestra madre, con su piel y sus caricias. Aún sin ser conscientes de ello, se convierte en nuestra fuente de refugio nos calma y nos ofrece seguridad. Dos emociones sin las que la confianza no sería posible. Lo cual, visto desde una perspectiva empresarial es esencial para captar y fidelizar clientes.
Ahora bien, si sabemos que estamos programados genéticamente para alcanzar la confianza con el tacto, ¿porque hay empresas que se esfuerzan en conseguir esa confianza de forma únicamente digital? ¿No tendrá más efectividad lo tangible, aquello que podemos tocar, para lograr una relación fiel con las marcas? Al fin y al cabo, nadie le manda un email a los reyes magos.
El olfato, ¡cuántas historias nos hace rememorar!. Quién no ha sentido ese momento mágico al pasar junto a una pastelería y sentir ese olor que te tele-transporta directamente a tu infancia. Sentir que estás de vacaciones por el olor a brisa de mar o el césped recién cortado. La vuelta al cole con libros nuevos, y ese aroma a miles de historias por descubrir en cada una de las páginas. Sin duda abrir un libro y olerlo por primera vez, es casi como estrenar un coche.
Y, la vista. Ya no por el peligro que alberga carecer de ella. Sino por la cantidad de detalles que nos perderíamos si no pudiésemos ver: los colores, las estaciones, las texturas… El impacto que se puede generar con la vista es instantáneo y potente.
Al juntar estas emociones aparece un elemento sin el cual toda la publicidad y la comunicación de las empresas sería totalemente inútil: el recuerdo. Recibimos miles de impactos publicitarios al día, y nuestra memoria se está volviendo más y más selectiva.
La tecnología y la digitalización de las cosas ofrece inmensas ventajas, pero en contraposición nos está haciendo «vagos para recordar». Solo recordamos aquellas cosas que nos impactan o que nos llenan. Ese es uno de los mayores beneficios de la publicidad impresa: genera impacto por su colorido y diseño, así como confianza al ser tangible, y no solo se mantiene mejor en la memoria, sino que es posible su almacenamiento físico.
El mercado ha dado un giro en relación al valor de papel; y la comunicación gráfica ha cambiado su posicionamiento a un «medio lujoso». Los consumidores le dan un valor nunca antes visto. Y esta es la mejor noticia que las marcas podían recibir. Pero… nos encontramos con un muro muy grande a sortear, dentro de la inteligencia emocional que mencionábamos al principio, uno de los valores a trabajar para la toma de decisiones es la empatía. Esta empatía no es únicamente con otros, sino también con el medio ambiente. Hemos de ser ecológicos y sostenibles. Y entonces, ¿qué >ocurre con el papel? ¿afecta al planeta? ¿es un medio contaminante?. Este es el verdadero poder del papel.
El papel es un medio sostenible. Siempre y cuando proceda de empresas gestionadas forma comprometida con el medio ambiente. Para saber si esto está siendo así es tan sencillo cómo trabajar con empresas que cuenten con las certificaciones PEFC o FSC. Ambas cualifican a las compañías como respetuosas con el planeta. Ha llegado el momento de desmentir que se talen bosques para la fabricación de papel o que se produzca un gasto desmesurado de agua. Las certificaciones son imprescindibles a día de hoy para cualquier imprenta, ya que aseguran que se ofrece un soporte publicitario sostenible, con una larga y útil vida, y además 100% reciclable.
En resumidas cuentas, el material gráfico publicitario cuenta con innumerables >características para ser el mejor soporte de ventas. Genera altas impresiones, con valor añadido gracias a su tangibilidad, mayor índice de recuerdo y, por supuesto, es sostenible para el medio ambiente.
No cabe duda de que hay algo mágico y poderoso en el proceso de sentir las cosas.
¿Os animáis a comprobarlo?
José María Serraller
Aries Grupo de Comunicación
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Con más de 15 años de experiencia en proyectos de soluciones de comunicación gráfica para áreas de marketing, comunicación y comercial y actualmente innovando en desarrollos digitales B2B para la
automatización de procesos, mi actitud Openmind, me ha permitido actualizarme constantemente y adoptar las nuevas tendencias de mi propio sector y otros mercados a través de formación continua y contacto con otros profesionales y foros de últimas novedades, siendo AER, el más reciente en el que participo para seguir aprendiendo y aportar mi conocimiento y experiencia.