La Privacidad, una oportunidad para fidelizar a tus clientes
Artículo de KPMG España
Mucho se habla de las principales tendencias del sector Retail para el año 2022, y de que la propia privacidad pueda ser un reto, pero no tanto de los beneficios que la misma puede ofrecer a las empresas que forman parte de dicho sector.
El impulso de la digitalización de los últimos años ha llevado a las empresas de diferentes sectores, y también en el Retail, a poner el foco en la retención y captación de clientes a través de la tecnología.
Si hacemos búsqueda global de las principales tendencias en el sector, la experiencia del consumidor, año tras año, continua en las primeras posiciones de la lista. En la era de la personalización, de la analítica de datos y de la omnicanalidad, es clave poder mantener y captar a los clientesque, en muchos casos, se inclinan por los modelos más inmediatos, que ofrecen mejores experiencias y que facilitan y hacen el proceso de compraventa lo más atractivo posible.
Sin embargo, estas novedades que se encuentran en continua evolución y mejora, como ya adelantábamos, a través de la tecnología, requieren en muchos casos datos personales de los clientes.
Desde aquí analizamos dos puntos que consideramos interesantes para poder contar con la confianza de los consumidores, o, en cualquier caso, reforzar la misma durante este proceso de impulso y progreso hacia los modelos del futuro.
Transparencia, información y ética de los datos: algunas obligaciones y muchas oportunidades.
La información a los clientes, y el modo en el que se ofrece la misma a la hora de su recogida, debe ser lo más clara, sencilla y concisa posible para estos. Se consideran también buenas prácticas en protección de datos el uso de distintas capas de información o iconos de uso reconocido, que puedan facilitar el entendimiento y la finalidad de dicha recogida de información.
Es crucial impedir que el usuario se encuentre con clausulados interminables, llenos de palabras jurídicas o lenguaje técnico, ubicados en lugares a los resulte complicado o imposible acceder. Además, se deberá evitar que estos usuarios o clientes se encuentren abrumados o confusos sobre el destino y uso de su información.
De puertas para adentro, el uso ético de la información recogida, así como la elaboración de contenido a partir de la misma, para, por ejemplo, actividades relacionadas con la analítica de datos ha de tenerse en consideración en aras de impedir, por un lado, el uso de datos que no son necesarios y por otro, la pérdida del control sobre el volumen, ubicación y contenido de estos.
Además, el Reglamento General de Protección de Datos o RGPD obliga a las empresas o responsables a cumplir con la minimización de los datos personales, es decir, se deberán aplicar medidas técnicas y organizativas para garantizar que solo sean objeto de recogida, almacenamiento o consulta los datos que únicamente sean necesarios para cumplir con la finalidad perseguida.
La cultura empresarial privacy-friendly.
Aunque la concienciación y la formación en protección de datos en las compañías supone en muchos casos un complemento para demostrar cumplimiento o accountability, consideramos que no se debe tomar esta práctica como un punto más de la checklist, dentro del amplio listado de ítems que debemos llevar a cabo para demostrar dicho cumplimiento.
En este punto, vemos la oportunidad en conseguir impulsar una cultura privacy-friendly en todas las capas y áreas de negocio. Especialmente en aquellas que están más enfocadas a la relación con los clientes, así como fomentar iniciativas para la mejora en esas relaciones.
Como venimos comentando a lo largo del artículo, creemos que el reto no está en considerar la protección de datos personales como aquella ley que nos obliga a cumplir un listado interminable de elementos, sino en buscar los beneficios y oportunidades alrededor de la misma con el fin de continuar investigando, innovando y desarrollando nuevas iniciativas y experiencias para los clientes.