Aplicar la economía circular a las acciones en el punto de venta para impactar en positivo al medio ambiente
La idea de la economía circular surge de una necesidad clara del mundo de hoy y de la reacción de las empresas, que entienden la importancia de tomar acción y hacer algo para ayudar a salvar nuestro planeta.
Las empresas de externalización, desde hace ya varios años, incluimos el correcto reciclado de los materiales en nuestros procesos operativos. Somos conscientes de la inmensa cantidad de desperdicio que generamos a diario: desde el material que cumplió su vida útil que retiramos y destruimos, hasta el sobrante de una campaña finalizada que se desecha sin otorgarle ningún uso.
Pero en la actualidad, tanto nosotros como nuestros clientes, vemos esta acción como insuficiente y sentimos la responsabilidad de dar un paso más allá, creando acciones más contundentes y sostenibles.
Pero…¿qué es la economía circular?
Se trata de un nuevo modelo de producción y consumo que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos, creando un ciclo sostenible que le dé una nueva vida a los materiales.
Este circuito no garantiza la recuperación del 100% del material, ya que en el proceso hay algunas pérdidas, pero sí de un porcentaje muy alto capaz de marcar la diferencia.
Son muchos los especialistas dedicados de lleno a la economía circular, incluso también los gobiernos van emprendiendo acciones en pro de incorporar esta dinámica al mercado, apoyando y promoviendo iniciativas en este sentido.
¿Cómo aplicar la economía circular a las acciones en el punto de venta?
Desde Primer Impacto hemos analizado el proceso y proponemos 3 acciones concretas a incorporar en las diferentes campañas de las marcas.
Antes que nada, es importante destacar la importancia del trabajo en equipo y el hecho de que todas las partes del proceso estén totalmente comprometidas para lograr cerrar este círculo de sostenibilidad.
Aquí van nuestras recomendaciones:
- No producir lo que no vas a usar
Esta es sin duda la mejor medida para lograrlo y aunque pueda sonar obvio, no lo es tanto. Generalmente las marcas no suelen afinar al máximo sus producciones por diversos motivos como:
- No tienen información clara de lo que necesitan y suelen aplicar la teoría “mejor que sobre a que falte”.
- El precio por volumen hace que el costo unitario sea más bajo en una producción mayor. Por lo que se decide producir una cantidad superior a la necesaria y tener ese material de backup, que normalmente no se termina utilizando.
- Se plantean objetivos muy ambiciosos que no se traducen en realidad y pueden crear material sobrante.
- Resulta más práctico y rentable para gestionar la logística distribuir en empaques estándar preparados por el proveedor y evitar así el tiempo y los costes de la manipulación para afinar cantidades por zona.
¿Cómo optimizar la cantidad de material a utilizar?
Con conocimiento del canal y experiencia en la ejecución de acciones en el punto de venta, es posible hacer una mejor estimación de materiales para producir un número coherente con la necesidad real. En nuestro caso, aplicando esta acción con algunos de nuestros clientes, hemos logrado reducir de un año a otro entre un 30% y un 50% de los materiales producidos.
Pero no solo se trata de cantidad, también un cambio en el tamaño o forma de lo que se produce puede representar una disminución clara de materia prima sin afectar el impacto de la campaña. Un ejemplo de esto, puede ser una medida tomada por uno de nuestros clientes, que redujo en un 10% sus piezas de gran formato para cristaleras. Este ajuste mínimo de tamaño en una producción de gran volumen genera muchos metros menos de impresión y hemos confirmado que no tiene impacto apreciable en la visibilidad de la marca.
¿Qué pasa con el embalaje?
No nos olvidemos de él, también es importante tomar conciencia del material usado para el embalaje y pensar en estrategias para optimizar su uso, sin que implique daños o pérdidas.
Todas estas prácticas, además de ayudar al medio ambiente, pueden implicar para la marca un ahorro significativo de costes, que a su vez pueden reinvertir en otras acciones estratégicas para alcanzar los objetivos planteados.
- Trabajar con materiales que se puedan reutilizar en el mismo PDV
Esta iniciativa está directamente relacionada con el diseño de los materiales y consiste en crear soportes que se puedan actualizar en el PDV. Evitando realizar la acción de retirada y recolocación que implicaría traslados y con ellos, emisiones de CO2.
¿Cómo lograrlo?
Nuestra propuesta en este caso es aprovechar las visitas ya programadas del equipo al punto de venta, para realizar las actualizaciones de los materiales según las nuevas campañas. Aquí el reto está en la concepción inicial de la pieza, buscando maneras de que esta pueda transformarse en algo “nuevo” con pequeños cambios para cada cambio de acción.
Esta clase de prácticas también implican ahorros para las marcas, tanto en traslado como en producción. Además, funcionan como una ayuda para asegurar el espacio que podrían perder al retirar una pieza del PDV.
- Darle una segunda vida a los materiales
En este punto hablamos de reciclar material para volver a crear materia prima con ellos. Esta es una práctica conocida pero que puede ir un paso más allá y para ellos proponemos promover el Ecodesign en los materiales de las marcas.
¿Qué es el Ecodesign?
Se trata de trabajar, en la medida de lo posible, solo con materia prima reciclable y asegurar un diseño cuya destrucción permita el reciclaje. Por ejemplo: los materiales con mucha adhesión entre sí imposibilitan la separación para el reciclaje.
El reto en este caso vuelve a estar del lado del productor principalmente, pero eso no significa que las otras partes implicadas no podamos asumir el compromiso de trabajar en alianza con quienes utilizan este formato y facilitar las sinergias, diseñando el proceso para cerrar el círculo.
¿Qué beneficios tiene el Ecodesign?
Como los puntos anteriores, esta práctica también implica ahorros para la marca. En este caso no directamente en la producción, pero sí en el retorno de parte de la inversión, al entregar el material a las plantas de reciclaje. Además, estos procesos correctamente realizados, incluyen todos los soportes y certificados que avalan la acción en favor de la marca.
Un beneficio extra en este caso está también asociado a la permanencia en el PDV, con mayores garantías, ya que es posible implicar a los retailers y que estos asuma el compromiso de que el material esté en su lugar para el momento pautado de retirada. Esta iniciativa ellos pueden usarla como parte de sus comunicaciones, indicando que promueve la sostenibilidad, por lo que es una ganancia para el planeta y para todos.
Cerrar el círculo
Como hemos visto aplicar cualquiera de estas acciones es un gran paso que se traduce, no solo en un beneficio al medio ambiente sino también en un beneficio económico para la empresa.
Ser sostenibles en estos tiempos ya no es una opción, por eso es fundamental la toma de conciencia en acciones que pueden marcar la diferencia y que no acarrean efectos negativos, sino todo lo contrario. La optimización y reutilización de materiales, permite a las empresas ahorrar recursos que podrían reinvertir en la ejecución de otras estrategias.