Juan Trespalacios opina sobre el Reto Educativo
LOS 10 RETOS DE LA EDUCACIÓN POSTCOVID
1-Seguridad sanitaria de la comunidad universitaria.
Como en todas las actividades donde se puede congregar un importante número de personas, la seguridad en la comunidad universitaria es absolutamente de máxima prioridad. Su logro depende en primer lugar de los medios e iniciativas de las autoridades académicas y sanitarias competentes, pero también es necesario la implicación de todas las personas que componemos la comunidad: profesores, alumnos y personas de administración.
2-Brecha digital, igualdad de oportunidades en el alumnado.
Aunque quizá con menor impacto que en otros niveles de enseñanza – primaria y secundaria- es posible que la enseñanza online obligada por la crisis del covid19 haya puesto de manifiesto la existencia de estudiantes que, sobre todo por razones económicas, no tengan acceso normal a los medios digitales: ordenadores y conexión a internet.
De todas formas, en las universidades españolas se llevan utilizando programas e instrumentos de conexión online entre estudiantes y profesores desde hace ya años, sin mayores dificultades en la mayoría de los casos.
Juan Trespalacios
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales
por la Universidad de Oviedo.
Cátedra Investigación de Mercados en la
Universidad de Cantabria
3-Educación online, garantía de calidad de la docencia
La educación online, en la mayoría de los casos, es un complemento a la tradicional docencia presencial. Puede facilitar la interacción entre el profesor y los alumnos y también entre los alumnos entre sí de cara a plantear por ejemplo trabajos en equipo.
Sin embargo, salvo en el caso de las universidades que han optado por el modelo de educación a distancia, no suple la relación personal y directa que se consigue en las clases presenciales. De manera especial, tal interacción directa es fundamental en cursos avanzados y especializados como postgrado y máster.
4-Desmotivación: El reto de la educación tiene que ser el de mandar un claro mensaje al alumnado sobre que la clase online vale lo mismo que la presencial.
En efecto, la distancia puede acabar desmotivando al alumno que no ve al profesor y a sus compañeros. En tales circunstancias es fácil que se produzca con frecuencia la desconexión que acaba traduciéndose en desmotivación.
Por ello el profesor en particular, y todo el sistema educativo, debe buscar los medios y procedimientos para que el alumno se sienta más cerca, no tanto vigilado como participante. Por ello, la enseñanza online debe tratar de ser más interactiva, más participativa si cabe que la presencial. La clásica lección magistral puede acabar provocando desconexión o simplemente falta de atención ante el contenido que intenta transmitir el profesor.
5-Life-long learning: “no dejar de aprender nunca”. En un mundo donde los modelos económicos y sociales se han enfrentado a una prueba de fuerza ofrecida por lo imprevisible. Formarnos para acomodarnos a los cambios en el mercado laboral, reinventarnos o encontrar nuestro camino en un mundo que cambia a cada momento es muy importante.
La formación continua durante toda la vida en el mundo tecnológico y cambiante que nos ha tocado vivir es un objetivo en el que todos parecemos estar de acuerdo.
Por parte de los docentes ello supone un nuevo reto: no solo limitarse a transmitir conocimientos y habilidades en el campo correspondiente, sino también la vocación del aprendizaje, lo que un experto en temas educativos denominaba “aprender a aprender”.
6-Metodología educativa. Se intuye que el nuevo sistema educativo será más flexible, pero, también, más exigente.
Es necesario aprovechar las nuevas herramientas tecnológicas cuya llegada e implantación se aceleró con la covid19. Vamos a un sistema híbrido, tratando de combinar las ventajas indudables y contrastadas de la educación presencial con el apoyo que suponen las herramientas y programas digitales.
Sin embargo, la conexión digital, como ocurre en otros sectores de la sociedad, exige una mayor disponibilidad, los interlocutores exigen unas respuestas rápidas cuando no inmediatas. Las nuevas generaciones de jóvenes estudiantes han nacido en el entorno digital y corresponde al profesorado actualizar sus conocimientos en las nuevas tecnologías, sin que ello sea menoscabo de la labor educativa básica de siempre.
7-Sociabilidad: Va a ser importantísimo que el sistema educativo nos reeduque en el trabajo en equipo como base para volver a encontrar esa cohesión social necesaria, aparcar el individualismo y conocer las ventajas del trabajo en equipo.
Las mayores posibilidades de establecer contactos dentro de la comunidad educativa se han de reflejar en el avance de los trabajos en equipo, que tantas habilidades pueden transmitir para los jóvenes de cara a su incorporación en el mundo laboral. Hay que evitar de todas formas que el mayor tiempo de conexión remota no traiga consigo aislamiento en el alumno. Los medios digitales han de ser puestos al servicio de una mayor socialización, de compartir proyectos y apoyo mutuo entre los grupos formados.
8-Capacidad de respuesta: Los Colegios y Universidades tendrán que estar dispuestos a dar soluciones rápidas y muy efectivas en mucho menos tiempo que ahora. Si tienen que afrontar cierres inmediatos y la vuelta de todo el alumnado a sus casas para pasar otro tiempo de clases exclusivamente “online”, tendrán que contar con los protocolos de actuación exprés necesarios.
La llegada inesperada del confinamiento en marzo del pasado año obligó a improvisar respuestas y alternativas formativas al margen de las aulas, con mayor o menor fortuna; también en función de los medios técnicos disponibles y de las capacidades y actitudes tanto de docentes como de discentes.
Hemos tenido que aprender de la experiencia, la propia y la ajena. Las Universidades han tratado de adaptarse y los cierres parciales o totales que se volvieron a producir en octubre pasado ya supusieron menos incertidumbres en la mayoría de los casos. Aunque no es la situación deseable, es preciso tener respuesta conjunta para afrontar futuras crisis similares.
9-Tecnología en las aulas. Qué papel tiene la tecnología en la educación ¿Cuáles son las tecnologías más disruptivas y punteras?
La tecnología debe ponerse al servicio de la educación del alumno, asequible también al profesorado. Por supuesto depende de las materias y del nivel educativo en cada caso. Tecnologías disruptivas van por el uso futuro de la inteligencia artificial, de la realidad virtual y aumentada, de la posibilidad de conexión para la docencia entre distintas universidades, …
En la actualidad se precisa una conexión rápida y sin fallos en los distintos programas disponibles ofertados por las universidades para la docencia a distancia. En algunos casos se produjeron limitaciones y errores. Deben perfeccionarse en el sentido de que permitan al profesor impartir sus clases casi como si estuviese en el aula presencial y al alumno permitirle interactuar y acceder a los programas de diverso tipo que tienen accesibles en su Universidad, pero no desde sus hogares.
10-Los alumnos, a favor de la enseñanza telemática
Los alumnos están a favor y dispuestos a un tipo de enseñanza basada en la aplicación de nuevas tecnologías. La generación Z así se manifiesta: han nacido y están inmersos en un mundo digital. Pero puede suceder como en sus compras en el sector retail, varios estudios de mercado coinciden en que les atrae el uso y aplicación de las nuevas tecnologías, pero más cuando las aplica la tienda física. No dejar de lado nunca las relaciones personales dentro de la comunidad educativa